Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de Él.
Proverbios 22:6
En una sociedad como la nuestra donde los valores, la moral y los buenos principios se están extinguiendo; necesitamos hacer una ARQUILLA DE JUNCOS. Ustedes me preguntaran ¿qué es eso?; hace cientos de años una mujer llamada Jocabed tomó una decisión un poco intrépida, motivada por conservar la vida de su hijo ya que Faraón había determinado matar todo niño varón del pueblo de Israel; no quería que se levantara alguien que les recordara el privilegio de ser un pueblo escogido y diferente, un pueblo gobernado por el Dios del cielo donde tenían leyes y ordenanzas para cuidar sus almas del desenfreno del mundo.
La orden de Faraón era apremiante, nada lo haría detener; pero cuando una madre tiene claro el propósito de Dios con su hijo; buscará la manera de preservar la vida de su pequeño; fue algo arriesgado tomar una arquilla de juncos, calafatear con asfalto y brea, lanzar su bebé a un río (Éxodo 2:3) y ¿quién le garantizaría que todo iba a salir bien?; tomó riesgos, algo le decía en su corazón que tenía que hacerlo; no escuchó una voz desde el cielo, no se le presentó un ángel, una convicción en su corazón, que su hijo era hermoso, más que la hermosura física sintió que Dios tenía un plan especial con él (Éxodo 2:2).
Dios necesita mujeres y hombres que se levanten a favor de nuestros niños, que ayudemos a preservar sus vidas espirituales; hoy satanás no quiere que se cumpla el propósito de Dios en ellos, quiere matar y destruir sus principios, alejarlos del temor a Dios.
Te invito para que hagamos una arquilla de juncos como la que protegió a Moisés, hoy podemos hacerlo rodeando a nuestros niños en oración, enseñarles con nuestro testimonio, levantándonos con la autoridad de Cristo, derribando toda fortaleza que se levante contra ellos.
Muchos dirán, con mi hijo todo parece perdido, hoy Dios te dice que Él vino por tu hijo, lo hizo todo por él hasta ir a la cruz. No pierdas la esperanza, hoy nos levantamos y construimos una arquilla espiritual y lo mejor es que el río donde serán lanzados nuestros niños será en el río del Espíritu Santo.
Jenny Gomez
Directora Iglesia Kids