La mayoría de las personas se les dificulta servir por la inseguridad y la delincuencia en nuestra sociedad incluyendo la dureza y frialdad de sus corazones.
“Porque ni aun el hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos” Marcos 10:45
No es necesario que sepamos servir, lo realmente necesario es tener la voluntad y el amor para hacerlo, podemos servir sin necesidad de ser sirvientes del otro ya que Cristo es el primer servidor del hombre, pero no por esto es sirviente de los hombres.
En hebreos 10:24 nos enseña que nos consideremos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras.
Muchas veces como seres humanos nos encontramos en problemas que nos agobian y nos olvidamos que el prójimo también tiene problemas que pueden ser aún más grandes que los nuestros.
¿De qué forma podemos ayudar al otro?
A veces no es necesario el dinero que claro está puede llegar a ser muy importante, sino con dedicar nuestro tiempo para escucharlo, brindar un abrazo, ayudarlo a levantar cuando esté caído, orar por él y aun llorar y reír a su lado, como lo enseña el Apóstol Pablo en Romanos 12:15 “Gozaos con los que se gozan y llorad con los que lloran”.
Servir es un privilegio ya que cuando le servimos al prójimo le servimos a Dios y es él quien paga esas buenas acciones (Proverbios 19:17)
¡Consejo!
Cuando servimos a la comunidad debemos hacerlo como se nos enseña en Romanos 12:11 “Nunca dejen de ser diligentes, no perezosos, fervientes en el espíritu sirviendo al Señor”
Esperanza Novoa
Directora Ujieres